Sabes te voy a compartir un e mail que me envío un paciente, es una reflexión, muy adok al inicio del año . . . verás que está muy interesante.
Es tiempo de soltar amarras, de dejar todo lo que me causa daño. Es tiempo de soltar mi resentimiento, de que mí alma perdone deudas y deudores. Es momento de perdonarme a mí mismo, ya me he regañado bastante. Fueron muchas las piedras que puse en mi camino, muchos los puentes que dinamité . . . ya bastá de autocastigarme. Hoy acepto que puedo y merezco empezar de cero, con el alma transparente y mí espíritu tranquilo. Hoy elijo el camino de la aceptación, si Dios no me juzga . . . ¿ POR QUE HABRIA YO DE HACERLO ? Es hora de elevar anclas, de liberar culpas, de liberar gente. Nadie tiene porque ser como yo pretendo; cada quien tiene el derecho de elegir su propio destino y de vivir sus propias lecciones.
Hoy me dedico a atender lo mío y a cuidar mis acciones. Me viene bien tirar lo que ya no sirve y perdonar. Entre ser feliz y tener razón, elijo lo primero. Querer tener la razón genera el peor de los desgastes, y se pierde el sueño intentando controlar el Universo. Es hora de soltar amarras, de confiar más en mí Padre y menos en la apariencia de este mundo colvulso. Hoy me dejo llevar, la vida me conduce a un nuevo destino.
Es tiempo de soltar amarras y de maravillarme nuevamente. He estado demasiado ocupado en mí egoísmo, sin darme una pausa para ver las estrellas. Es hora de elevar anclas, de dejarme en paz. De tanto pelear conmigo, había olvidado el sabor de la risa. Qué estupendo es no pedir cuentas y tirar a la basura la bitácora de los rencores. Hoy quiero ser más justo, la vida no es un tablero de ajedrez ni las personas caballos o alfíles. Renovación es una palabra muy comprometedora, porque obliga a cambiar sin excusas y sin buscar culpables. Pero defintivamente, renovarse es el camino al cielo. Quiero y necesito un nuevo principio. Deseo que Dios llene tú vida de bendiciones, si sueltas tus amarras, tendrás las manos libres para recibirlas.
Como vez realmente esta muy conmovedor este pensamiento.
En el fondo es algo que cuesta trabajo aceptar pero es la mera realidad.
Padre te dejo ya me estoy durmiendo.
Te quiero mucho
Juan Jo.
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