sé nuestro amparo contra la perversidad
y asechanzas del demonio;
que Dios humille su soberbia.
Y Tú Príncipe de la Milicia Celeste,
arroja al infierno a Satanás y demás
espíritus malignos que vagan por el
mundo para la perdición de las almas.
Amén.
San Miguel Arcángel,
Príncipe de la Milicia Celestial,
acompáñanos con tus ángeles
en este lugar de trabajo.
Que tus ángeles nos protejan.
No permitas que nada malo nos pase
y que nada malo hagamos.
Y que otra partida de tus ángeles,
¡ Oh, Príncipe de la Milicia Celestial !
vuelen a nuestros hogares,
invadan nuestras habitaciones,
rodeen a nuestros seres queridos
y los protejan allí donde estén,
allí donde vayan,
para que nada malo les pase.
Amén.
Arcángel San Miguel,
protector y guardián de los hombres,
tú que brillas con resplandor,
libranos de todo mal.
Protege a nuestra patria
Protege a nuestra patria
de la ambición de unos pocos
e ilumina a los gobernantes
para que sirvan al pueblo
buscando el bien común
y promoviendo a los más necesitados.
Amén.
Arcángel San Miguel,
protector y guardián de los hombres,
protector y guardián de los hombres,
tú que brillas con resplandor,
libranos de todo mal.
Con plena confianza recurrimos a tí
para que guardes en unión y amor
a nuestras familias.
libranos de todo mal.
Con plena confianza recurrimos a tí
para que guardes en unión y amor
a nuestras familias.
Fortalece con tú presencia
la unión familiar
la unión familiar
y libérala de todo egoísmo y discordia.
Amén.
Arcángel San Miguel,
protector y guardián de los hombres,
tú que brillas con resplandor,
líbranos de todo mal.
Vencedor de los espíritus rebeldes,
libera a las personas avaras,
para que se puedan abrir fuentes de trabajo,
ganar dignamente el pan
y así tengamos más justicia social.
Amén.
protector y guardián de los hombres,
tú que brillas con resplandor,
líbranos de todo mal.
Vencedor de los espíritus rebeldes,
libera a las personas avaras,
para que se puedan abrir fuentes de trabajo,
ganar dignamente el pan
y así tengamos más justicia social.
Amén.
Arcángel San Miguel,
protector y guardián de los hombres,
tú que brillas con resplandor,
líbranos de todo mal.
Humildemente te pedimos
que asistas a los que sufren
en su cuerpo y en su alma.
Humildemente te pedimos
que asistas a los que sufren
en su cuerpo y en su alma.
No permitas que ningún espíritu maligno
se nos acerque para perjudicar
nuestro caminar hacia el Eterno Padre.
Ayúdanos a sufrir con amor
lo que nos toca en esta vida
para llegar purificados a Dios.
Amén.
Oracion por los jóvenes y niños:
Oracion por los jóvenes y niños:
Arcángel San Miguel,
protector y guardián de los hombres,
tú que brillas con resplandor,
líbranos de todo mal.
Tú que eres la "Victoria de Dios",
haz que nuestros niños y jóvenes
vivan el Reino de Dios
con generosidad y entrega.
Libra a los niños y a los jóvenes
de las mentiras del maligno;
del engaño del consumismo
y del individualismo.
Amén.
Oración para pedir la proteción del cielo:
Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel,
Príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales,
custodio y defensor de las almas,
guarda de la iglesia,
vencedor, terror y espanto
de los rebeldes espíritus infernales.
Humildemente te rogamos, te dignes librar de todo mal
a los que a tí recurrimos con confianza;
que tú favor nos ampare,
tú fortaleza nos defienda
y que, mediante tú incomparable protección
adelantemos cada vez más
en el servicio del Señor;
que tú virtud nos esfuerce
todos los días de nuestra vida,
especialmente en el trance de la muerte,
para que defendidos por tú poder
del infernal dragón y de todas sus asechanzas,
cuando salgamos de este mundo
seamos presentados por tí,
libres de toda culpa,
ante la Divina Majestad.
Amén.
Y por último esta:
Oh San Miguel Arcángel,
Príncipe glorioso de las Milicias celestiales,
el Señor está contigo,
tú eres bendito entre todos los angélicos coros,
y bendita sea siempre la Santísima Trinidad,
que tantos dones, gracias, favores
y privilegios te quiere enriquecer.
San Miguel, protecor de la Iglesia Universal,
ruega por nosotros y socorrénos en nuestra miseria.
Liberános del demonio ahora y en el fin de nuestras vidas,
después de la cual esperamos
la liberación de las penas del purgatorio
y ser introducidos a la presencia de Dios.
Amén.
Bueno por hoy, a dormir... en buen momento cheque estas oraciones, en hora buena !!!
Juan Jo.
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